domingo, 19 de diciembre de 2010

El hostigante verano de los dioses

El hostigante verano de los dioses”

Fanny Buitrago

Inicio

Estoy de paso. Sé que la ciudad fue construida en la ribera oeste del río, a un kilometro de la orilla, en los terrenos de la parte alta. La decisión provocó un escandalo, con visos de rebelión entre lo colonos, porque las márgenes del este acusaban gran fertilidad, en tanto que en el oeste las piedras y la cizaña lo poblaban todo. Una estricta orden fue impartida por el clero y los gobernantes; la leyenda dice: levantaron una ciudad en un lugar inhóspito, siendo tan grande el desconcierto general, que no se tuvo tiempo de amar o maldecir sus cimientos.

Nudo

Vera, una conocida meretriz joven, inició, sin proponérselo, el juego. Daniel la describió vestida de raso blanco, con el cabello teñido de rojo fuego, tan excitante, que todos los hombres que acudían a "Los Faroles" en donde trabajaba, querían tenerla por compañera, pese a lo alto de su precio. Él la encontró por casualidad en un reservado oscuro, escondida, y fue ella quien mencionó a Abia.

-Perdón... -se disculó, al darse cuenta que el reservado estaba ocupado-. Creí que esto estaba vacío. Deseo estar solo.

-Si no le molesto yo, quédese. Pero le advierto que ésta es mi noche. ¡No tiraré ni si me pagan en dólares...! Estoy triste.

Desenlace

Lo siento. Olvidé lo demás.

(Editorial La Oveja Negra Ltda.)


1 comentario:

  1. Hace algún tiempo ya que leí este libro, pero recuerdo, que igual que esta entrada, produjo en mí grandes dudas. (Toca volver a leerlo, lo merece).

    Un abrazo.

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